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miércoles, 7 de noviembre de 2007

¿Y si muriéramos en el intento?

A veces me pregunto, ¿qué sería de nosotros, si la noche no fuera una manta azulada?, y ¿qué si no fueran las estrellas más que diamantes dormidos en las alturas? Prefiero despertar a un amanecer donde el sol ciega los caminos.
Al abrir los ojos me derrumbo en las tinieblas de ver y beber las gotas de rocío que queman mi tez, que cimbran mi apetito, mi sed de más ayeres. ¿Por qué se consumieron los días de mi pasado, como velas que se derretían lentamente en un lapso efímero? No sé más respuestas que el marchitar de las flores en otoño... las cenizas se van con el viento... gélido...
¡Por qué la muerte no ha de consumir más vida?, ¿por qué no ha de tragarse los segundos que esperé?, ¿por qué no me embuten sus fauces? Sólo sé que resta un polvo rojizo en tus manos, que la amargura no ha de volcarse en el vicio de tu ausencia; que los días no han de traspasarse, como las agujas en el hilo que zurcen. Puede que intentar volver a vivir: recordar: regresar en el tiempo; pueda convertirse en una muerte. Pero hay una sed que apaga todas las hambres... es la sed de tu rostro... Hoy tengo seca la boca, de tanto que mi mente camina buscándote, como el polvo que esconden sus paredes.
Intento vivir, y morir al mismo tiempo. Pierdo cada día una ilusión más... pero aún puedo verter más líquido de mis pupilas, aún puedo intentar todo a lo que se pueda aferrar mi corazón. Aún puedo agotar toda la materia de la fuerza, y lo etéreo se irá volando... se irá...
Pero, después de ver que estoy en un charco estancado en los recuerdos... pienso:.. ¿y si muriéramos en el intento?, ¿y si intentáramos morir; podríamos vivir? Al morir no nos restan sueños, porque morir es dormir sin soñar... y dormir es morir soñando que vivimos...
Otro día más pasa, y abierto a la ventana veo cómo se escurre un líquido añil por la turquesa, hasta que la piedra parece un zafir. No quiero mirar una tela que no es azur, que es negra; que no tiene destellos armiños, que no puede protegernos del frío... Hoy hay un viento en mi cuerpo, que ha secado mi sangre...

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